jueves, 22 de mayo de 2014

-El perdón para destruir
El perdón para destruir se esconde tras una máscara de aparente caridad.
Es una especie de lobo con piel de cordero.
Primero, se ve la culpa y luego, con un acto caritativo y bondadoso, se perdona.
Se trata de un perdón que, ante todo, establece una separación entre el perdonado,
que es malo, y perdona, que es bueno.
Lo practican las personas que se consideran «mejores» y se rebajan para salvar a otras «inferiores».
-También está el perdón de quienes buscan ser mártires en manos de otros.
Este comportamiento oculta el pensamiento:
«¡Fíjate qué bueno soy: soporto con paciencia y santidad la ira y el daño que otro me inflige, sin mostrar el amargo dolor que siento!».
 -Es el perdón de las víctimas, que muestran la cara de la inocencia frente a la maldad de los demás, pero en su inconsciente sienten que los otros son culpables de su sufrimiento,
y sus enfermedades son la prueba de ello.
-Luego, está el perdón basado en un intercambio: dar para recibir.
Es el perdón del regateo y los tratos.
Pretende esclavizar al otro, ofreciéndole amor a cambio de obediencia.
Es un amor que he visto en muchas madres con respecto a sus hijos, lo que se llama vulgarmente el chantaje emocional, que consiste en hacer sentir culpable al otro si no se adapta a nuestras expectativas. Cuando el otro se aviene a hacer lo que de él se espera, todo son halagos y parabienes.

-El perdón para salvar
El perdón para salvar nunca pide nada a cambio; no discute ni hace lista de los errores; no da regalos con doble intención; no da para obtener.
Es un perdón que no ve errores, que comprende que uno mismo ha atraído todo lo que le ocurre y que, cuando algo se repite una y otra vez, se trata de una prueba para terminar de perdonar, porque aún queda un ápice de culpabilidad.
Ante una ofensa, tú te apartas y dejas que venga la inspiración a tu mente para hacer aquello de lo que aún no te sientes capaz: ver la causa del sufrimiento en ti y no fuera de ti.

Esta inspiración conoce la pregunta y la respuesta,
 y te la mostrará para que la puedas utilizar y entender.
 Tendrás un profundo consuelo y te sentirás en paz.
Entonces, sabrás que tu perdón sirve para salvar o, lo que es lo mismo, para sanar.
Procuro inspirar a mis consultantes esta forma de ver y entender las cosas.

Es una aplicación práctica del pensamiento cuántico que se deriva de una mente cuántica, que sabe que todos estamos unidos y que cada uno es el observador de este mundo.
El observador sabe algo que es de vital importancia, que tiene el poder de decidir cómo quiere ver las cosas, desde la unidad o desde la dualidad.
 ENRIC CORBERA -

-La visión cuántica del Transgeneracional -
 Editorial Kier

 

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