Cada gota de agua que cae sobre el lago, altera su calma.
Cada desición que tomamos inevitablemente transforma el normal fluir de otras almas. Y así vamos mutando de estado.
Cuando todos entendamos éste proceso, éste efecto dominó, podremos liberarnos y perdonarnos. Ya no intentaremos poseer, manipular ni dirigir y comenzaremos a AMAR DEJANDO LIBRE AL SER AMADO, Y AMANDONOS A NOSOTROS MISMOS
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